Semana Santa en Santa Cruz de Tenerife

En el siglo XVII tras el surgimiento de la Contrarreforma se consolidaría la semana de Pasión en la ciudad, llegándose a establecer recorridos procesionales consolidados y a la aparición de diversos pasos e imágenes devocionales que iban a calar en el sentir popular.Estos tres templos dotaron a la ciudad de una infraestructura religiosa que era pauta perentoria para que arraigase el culto a la Semana Santa en Santa Cruz.[1]​ Según relata el historiador Alejandro Cioranescu, el Viernes Santo «se llevaba comida de limosna a los pobres presos en el castillo y en la cárcel real y después repartía las sobras en la puerta del convento».Finalizaba la Semana Santa con la quema de Judas en la plaza del Castillo de San Cristóbal, costumbres todas ellas que se fueron perdiendo con el paso del tiempo.La presencia constante en la ciudad del obispo de Canarias Monseñor Bartolomé García Ximénez Rabadán, contribuyó notablemente a reforzar la trascendencia de la Semana Santa local.
El Señor de las Tribulaciones , la imagen devocional más importante de la ciudad y jurado como Señor de Santa Cruz. La talla se venera en la Parroquia de San Francisco de Asís .
Imagen de Nuestra Señora de las Angustias llamada popularmente "La Republicana" , se venera en la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar .
Imagen de Nuestra Señora de los Dolores también conocida como Nuestra Señora de la Soledad, venerada en la parroquia matriz de Nuestra Señora de la Concepción y que procesiona cada Viernes de Dolores y el Viernes Santo.