Semana Santa en Santa Cruz de La Palma

Ello proporciona a los recorridos procesionales un acusado sello plasmado en el tránsito de las imágenes por sus empedradas calles y plazas.

Más tarde, durante el siglo XIX, esta secuencia fue fijada de manera implícita por el sacerdote Manuel Díaz (1774-1863).

Por su parte, la escultura local se encuentra representada por los dos momentos más fructíferos del arte insular.

Así, las hermandades penitenciales de Santa Cruz inician el desfile con uno o varios estandartes alusivos a su titular o sede canónica; a continuación, se dispone la cruz pendón (conocida en otras geografías como «cruz de guía»); siguen el resto de miembros portando el farolillo procesional de estilo canario (una lámpara en posición vertical sustentada en una vara); y finalmente, aparecen los pasos cargados a hombros.

Desaparecidos han quedado los antiguos actos de «La Seña», «Tinieblas» o el «Velo Blanco».

[9]​ La creación artística se encuentra presente con el estreno de partituras compuestas por músicos contemporáneos como las debidas a Felipe López Rodríguez (Santa Cruz de La Palma, 1909-1972), Luis Cobiella Cuevas,[10]​ (Santa Cruz de La Palma, 1925-2013), Francisco Medina Concepción (Santa Cruz de La Palma, 1959), José Luis Peiró Reig[11]​ (Alfauir, 1967), Víctor Manuel Ferrer Castillo[12]​ (Granada, 1981) y Abel Moreno Gómez[13]​ (Huelva, 1944).

Se tratan de piezas que en el siglo XIX fueron arregladas por el mencionado párroco Manuel Díaz.

Finalmente, entre las incorporaciones recientemente integradas en la Semana Santa, debe subrayarse la «palmera».

San Pedro Penitente. (1822). Fernando Estévez de Salas (1788-1854). Parroquia Matriz de El Salvador .