El Nazareno de Fernando Estévez

A pesar de que es una imagen vestidera, el Cristo presenta un cuerpo completamente modelado, aunque policromado en azul.

[4]​ Esto pone de relieve el interés por la anatomía del escultor orotavense, así como el cuidado y esmero puesto en complacer al comitente.

Está concebido según los cánones griegos ideales, representando a un joven atleta de 33 años, en toda su plenitud y belleza física.

Tiene una cabeza exquisitamente esculpida, “muy superior a los realizados por Luján para los templos de Gran Canaria”.

Sin duda, la pieza de mayor valor que compone el ajuar del Nazareno es la maravillosa túnica de terciopelo rojo bordada en oro, la mejor pieza en su género existente en el Archipiélago,[9]​ una dádiva del insigne palmero Cristóbal Pérez Volcán.

A la maravillosa túnica le fue robada en el año 1801 un valioso broche de perlas.

Todo fue donación del rico comerciante palmero don Cristóbal Pérez Volcán y enviado desde La Habana.