Seda bizantina

Con posterioridad al reinado de Justiniano I, la fabricación y venta de seda se convirtió en un monopolio imperial, la seda solo era procesada en fábricas imperiales, y se vendía a compradores autorizados.

[4]​ Maniah, un diplomático sogdiano, convenció a Istämi que enviara una embajada directamente a Constantinopla, la cual llegó en el año 568 y no solo le llevó sedas de regalo al emperador de Bizancio Justino II, sino que también propuso una alianza contra la Persia sasánida.

Justin II aceptó y envió una embajada al Kanato Turkico, acordando el comercio directo de seda solicitado por los Sogdianos.

[12]​ A lo largo del tiempo cambiaron las reglas respecto al uso del costoso tinte púrpura real, pero las telas teñidas de este color por lo general estaban limitadas al uso por personas de clases sociales específicas y eran utilizadas para regalos diplomáticos.

Las telas que han sobrevivido hasta nuestros días dan cuenta de un importante intercambio de técnicas y temas iconográficos entre Constantinopla y los nuevos centros textiles islámicos del Mediterráneo y Asia Central en los años posteriores a las conquistas musulmanas del siglo VII.

[15]​ Numerosos motivos se asemejan a diseños sasánidas incluidos el árbol de la vida, caballos alados, leones, y bestias imaginarias,[2]​ Y hay varias piezas de tela sobre las cuales los especialistas no se ponen de acuerdo sobre si su origen es bizantino o islámico.

Los presentes diplomáticos de sedas bizantinas permitieron acordar alianzas con los francos.

[23]​ En la Inglaterra anglosajona hubo sedas por lo menos desde fines del siglo VII, llevadas desde Roma por Benito Biscop y otros.

El ejemplo más destacado que ha sobrevivido hasta nuestros días es el tapiz tejido denominado "Bamberger Gunthertuch", que se remonta al siglo X[26]​ el mismo abarca unos 2 m², y presenta a un emperador a caballo acompañado de dos mujeres.

Casi un siglo después, el tapiz fue adquirido por el obispo de Bamberg en Alemania, en un peregrinaje a Constantinopla, dado que el obispo falleció durante el viaje, el tapiz fue utilizado como su mortaja y de esta forma se preservó hasta nuestros días.

En estos ropajes hay leones y leopardos; osos, toros y perros; bosques, rocas y cazadores ... Es posible ver la boda de Galilea, y las ánforas de agua; el paralítico cargando su cama sobre su espalda; el ciego siendo curado con la arcilla; a la mujer del flujo sanguinolento, agarrándola por el borde del vestido; la mujer pecadora cayendo a los pies de Jesús; Lázaro resucitando de su tumba.

Pero si ellos siguen mi consejo ellos deberían vender esos ropajes y honrar la imagen de Dios vivo.

Por lo que no deben llevar esta imagen en sus ropas sino en vuestra alma.

David , entre las representaciones de la Sabiduría y la Profecía, en una clámide de seda bizantina. Salterio de París , siglo X .
Seda bizantina con un patrón de aves y grifos en rondas.
Tela de seda bizantina con escena de San Sansón de Constantinopla , siglo VI - VII
Paño de seda con la imagen de una ofrenda de animales a dos figuras ( Castor y Pollux ) parados sobre un pilar; Bizancio, siglo VII / VIII
El sudario de Carlomagno , una seda policromada bizantina con un patrón con una cuadriga , siglo IX . París, Museo Nacional de la Edad Media.
El " Bamberger Gunthertuch ", es un bordado colgante imperial que muestra el regreso de John Tzimiskes de una campaña exitosa hacia el 970.