Se llama brocado sichuanés, o brocado de Shu (en chino tradicional, 蜀錦; pinyin, Shǔ Jǐn; Wade-Giles, Shu-Chin), a los tejidos de seda producidos en Sichuan, se caracteriza por un estilo refinado y dinámico.
Entre las influencias extranjeras destacan las tres «escuelas» de Sasania, Sogdia y helenismo durante el primer milenio.
[7] Se dice que el brocado sichuanés fue vendido al Imperio romano y volvió locas a las mujeres aristócratas.
El emperador temía la degeneración nacional por el lujo y tuvo que prohibir la compra del brocado sichuanés.
[8] Las dinastías Sui y Tang (581–907) vieron la edad de oro del brocado sichuanés, cuando se hizo muy popular en las regiones inmediatamente al oeste de China, Turquestán Oriental, Asia Central y Asia Occidental.