Opus anglicanum
Estos bordados también tuvieron mucho éxito entre clientes particulares, sobre todo en Francia y España.La pericia de los bordadores ingleses lograba una minuciosidad en el detalle casi insuperable.La calidad empezó a decaer levemente, aunque los bordados ingleses siguieron gozando de gran éxito.[1] En el siglo XV los motivos ornamentales sufrieron una cierta homogeneización, generalmente estrellas, coronas, lirios y un tipo de serafines con alas picudas y posados sobre ruedas, que se aplicaban recortados sobre un fondo de terciopelo liso.[1] El opus anglicanum desapareció con la Reforma protestante, que renegaba de toda opulencia en los hábitos eclesiásticos.