Los nombres comunes se atañen a la misma norma del caso en el que no hay topónimos oficiales, si bien deben ser sustituidos por pictogramas.
En la zona no vascófona, los topónimos oficiales son únicamente en castellano, aunque con algunas excepciones (Noáin-Valle de Elorz / Noain Elortzibar y Peralta / Azkoien).
Hasta hace unos años, lo normal era encontrar las señales escritas solo en castellano, pero la tendencia reciente es a incluir también la traducción en euskera.
[2][3][4] En Galicia, la única toponimia legítima es la gallega, oficial desde 1983 (A Coruña, Ourense, etc.), según su Ley de Normalización Lingüística.
En cuanto a las señales informativas, lo habitual es que éstas sean monolingües en castellano o en gallego y, en menor medida, bilingües.
Por otro lado, la señalización bilingüe predominó en áreas mayoritariamente gallegoparlantes y en algunos centros urbanos, pero tiende a desaparecer por su escasa adaptación social, siendo habitual encontrarse una de las dos lenguas tachada.
Finalmente, la señalización turística suele estar casi siempre disponible en el idioma propio (el gallego) y el estatal (castellano), con una alta presencia de otras lenguas como el inglés o el francés, si bien en menor medida.
Los carteles indicando principalmente topónimos, están en español y aragonés o catalán (El Grado/Lo Grau, Almudévar/Almudébar, Bajo Aragón-Caspe/Baix Aragó-Casp).
131 del Reglamento prohíbe añadir al nombre de la localidad otras inscripciones, ni poner bajo la señal otros escritos, incluso aunque estuvieran en un panel adicional, pero tal regla se incumple sistemáticamente no solo por los topónimos locales, sino también por otras inscripciones (tan variopintas como Municipio desnuclearizado, por la Paz o Control electrónico de la velocidad).
A pesar de todo, las señales únicamente en francés están muy presentes, en particular en las carreteras nacionales (estatales).
En la vialidad local, algunos municipios, particularmente en las zonas interiores, han adoptado carteles de dirección únicamente en corso.
En el departamento de los Pirineos Orientales (región del Languedoc-Rosellón), se pueden encontrar carteles en francés y catalán.
En Gran Bretaña, la señalización bilingüe se emplea en Gales y en la parte noroccidental de Escocia.
En Gales, se usa la señalización bilingüe en inglés/galés en todo el territorio regional en lo referente a señales de localización y dirección.
En Escocia, desde hace algunos años se utiliza en las Islas Hébridas (donde se ha sustituido oficialmente el inglés en la toponimia) y en la franja noroccidental de la región (Scottish Highlands a efecto del Gaelic Names Scotland Act de 1997), donde todavía permanece vivo el gaélico.
Además, existen señales bilingües en inglés/francés y millas/km (Gran Bretaña todavía usael Sistema imperial en las señales de tráfico, aunque el oficial sea ya el Sistema métrico decimal) que se emplean en Dover en los tramos terminales de los itinerarios principales que conducen a Francia (puerto, Eurotúnel).
En Bélgica, es bilingüe (francés/neerlandés) la región de Bruselas-Capital, donde todas las señales viales aparecen en la doble forma lingüística.
Grecia no posee zonas oficialmente bilingües, pero como el idioma griego utiliza un alfabeto propio, no latino, se suele agregar en la misma señal la transcripción en caracteres latinos o en inglés (ya sea en el mismo cartel bajo el topónimo en griego o en un panel adyacente).
Sin embargo, la señalización vial es monolingüe y utiliza el inglés para todos los textos complementarios de las señales, si bien los topónimos vienen en la denominación local maltesa.
[cita requerida] En Israel, las señales suelen reproducir las indicaciones en hebreo y en caracteres latinos (normalmente según la toponimia inglesa).
La lengua oficial allí es el árabe, pero las indicaciones llevan también la transliteración a caracteres occidentales (en inglés para los textos).
Las señales internacionales, que normalmente están en caracteres latinos (STOP, P) van acompañadas por su correspondiente traducción al árabe (فقف/STOP).
Hay que tener en cuenta que, si bien el árabe es la lengua oficial, en estos países (sobre todo Argelia y Marruecos) todavía es muy frecuente el uso del bereber, y desde hace tiempo sus hablantes tratan de conseguir el reconocimiento oficial de esta lengua.
La decisión solo duró unas pocas horas: en breve el ministro del Interior Mustafá Sahel invalidó la decisión del concejo municipal y dio la orden de reemplazar todos los carteles bilingües que se habían colocado en aquella ciudad.
La señalización bilingüe en inglés y chino se usa ampliamente en Hong Kong, ex-posesión británica, donde la presencia de extranjeros está fuertemente consolidada.
La señalización utiliza todavía los estándares británicos y la lengua inglesa precede a la china en las indicaciones.
La señal de STOP presenta la inscripción solamente en chino (en raras ocasiones acompañada por un panel complementario debajo con su correspondiente transliteración).
En Nueva Zelanda son oficiales el inglés y el maorí (idioma hablado por cerca del 4% de la población).
Por el contrario, la provincia de Quebec es oficialmente francófona y su toponimia no utiliza más que el francés, incluso para las informaciones complementarias.
Esta norma prevé el empleo prioritario de pictogramas, a veces acompañados por breves textos descriptivos en el idioma nacional.