[2] En el segundo testamento redactado en 1061, su padre le dejó como señoríos Aibar y Javierrelatre «con todas las villas que les pertenecen».
[5][7][2] En 1092, ya con alrededor de cincuenta años, viajó en peregrinación a Jerusalén que en esas fechas estaba ocupada por los turcos selyúcidas.
Ya en el año 1111 su hijo García se encontraba al frente de las heredades que le había dejado su padre.
[12] Sus restos mortales yacen en «una tumba cubierta con losa sin epitafio» en una capilla que había mandado construir en la catedral al lado de la del Pilar.
Juntos aparecen en 1100 en el cartulario de Uncastillo cuando confirmaron una venta que había hecho su hijo Pedro a «don Juan».