Durante esta etapa la vieja moneda va «siendo sustituida por los dineros torneses de peor calidad».
Con todo, durante el siglo XIV siguen siendo frecuentes las alusiones documentales a los sanchetes con un sentido más tradicional que real de igual modo que en la actualidad, en las notarías navarras se emplean todavía algunas cláusulas y expresiones mencionando a los carlines.
Sin embargo, pronto estas piezas van sufriendo un progresivo deterioro, «estimado en un 20%.» La moneda de plata se fracciona con los medios dineros, llamados meajas u óbolos.
En la documentación conservada no existe noticia sobre las características internas (ley, talla y peso) de estas monedas.
[8] Es la primera referencia documental donde se aplica tal término a la moneda navarra.