En 1360, se creó el franco a caballo, por valor de una libra tornesa.
Acuñada en tres millones de ejemplares, servirá para pagar el rescate del rey Juan II el Bueno.
En 1549 la libra tornesa fue declarada unidad de cuenta con fines contables.
Esta real ordenanza fue confirmada en 1602, tras un breve período, entre 1577 y 1602, durante el cual la contabilidad debía llevarse en escudo francés, que era la moneda legal.
En 1795, el franco reemplazó a la libra como unidad de cuenta monetaria.
La libra tornesa tuvo curso legal fijada por el rey, según la situación económica y las necesidades del tesoro real francés — lo cual se desprende de la comparación de los dos gráficos a continuación.
A grandes rasgos, y para fijar un orden de magnitud, se puede estimar que una libra tornesa: Otros datos relacionados:[12] Otros datos de comparación (INSEE):[14] La abreviatura actual que se encuentra más comúnmente en la literatura de historia económica es "lt".