Sin embargo, en la cultura popular ha quedado más bien el significado de «decisión salomónica» como una solución equidistante, pese a que en realidad esa sólo fue la trampa que puso Salomón a las madres, no el veredicto definitivo.De alguna manera, este movimiento fue semejante al «milenarismo» que había acompañado a la corte castellana desde aproximadamente 1490.Fernando el Católico usó argumentos milenaristas para reunir nobles en torno suyo para conquistar Granada, que podrían terminar arrebatando los Santos Lugares al turco.Por otra parte este «salomonismo» ha tenido consecuencias muy directas en la arquitectura, empezando con obras tan importantes como Santa Sofía de Constantinopla o la Capilla Sixtina, donde no sólo se buscó el prestigio que ofrecía la comparación con su modelo arquitectónico y con su sabio constructor, sino que de alguna manera se buscó repetir sus sencillas proporciones métricas.La primitiva Tumba de San Pedro en Roma fue construida por iniciativa del Emperador Constantino y estaba coronada por un dosel montado en cuatro de doce columnas espiraladas que el emperador había traído desde Constantinopla.
Iglesia de Santo Domingo,
Capilla del Rosario (Puebla)
(1650-90), obra cumbre del barroco novohispano, coronada por doce hermosas columnas salomónicas que enmarcan al santo.