La salmodia es una técnica de canto específica para los salmos que desde la antigüedad se ha practicado en la tradición judía de la sinagoga y posteriormente los primeros cristianos empezaron a incluirla en la liturgia cristiana.
Este género tuvo gran acogida en Roma a partir del siglo V, cuando el pueblo entero intervenía en la interpretación.
Desde los inicios de la Iglesia, los primeros cristianos adoptaron el salterio judío como propio, pues ellos mismos, al ser primeramente Judíos conversos, toman como punto de partida el Templo y la Sinagoga.
La salmodia tiene una estructuración silábica, según la cual a cada sílaba del texto corresponde un sonido de la melodía.
En los ritos cristianos, cada uno de los ocho modos eclesiásticos tiene su fórmula especial que se repite en cada versículo.