Dotada de una belleza notable, fue descubierta por el realizador Léonide Moguy para su película Domani é un altro giorno en 1951.
Por estas producciones, Rossana Podestà cobró fama internacional, y fue considerada como una de las reinas del péplum.
Sería notable su participación en obras del neorrealismo, a cargo de Valerio Zurlini, Mario Monicelli y Steno (Stefano Vanzina).
En este último cometido, estaría acompañada por, entre otros, la también actriz Constance Towers o los cantantes Julio Iglesias y Tony Martin.
Rossana Podestà contrajo matrimonio en 1954 con el actor Marco Vicario, con el que rodó en España la película Playa prohibida.