Rosa Wernicke

[3]​ Colaboró en los diarios La Prensa, La Capital y La Tribuna, donde tuvo a su cargo la sección bibliográfica.

[4]​ Tras pasar una temporada en la ciudad de Santiago del Estero,[5]​ en 1934 se mudó a Rosario.

En 1938 comenzó a publicar textos ponderados por la crítica, entre ellos "Los treinta dineros", libro de cuentos que mereció el primer premio en el concurso organizado por la Asociación Artística del Magisterio.

Los desperdicios se descargaban en un terreno situado entre el río, la barranca y unas cuadras a ambos lados de Ayolas.

[5]​ Según la tradición oral, Jesús Pérez se sintió directamente aludido por el personaje de ficción que lo encarnaba.

[5]​ Ese mismo año (1943) Rosa Wernicke ganó el premio Manuel Musto por esa novela, la única que se publicaría.

Había obtenido otros premios, pero ese fue hasta el momento el más importante que se concedió a sus obras.

[4]​ También se ganó la vida convirtiendo novelas en guiones de radioteatro, género muy en boga en esa época.

[3]​ Germán García ―en su libro La novela argentina situó a Rosa Wernicke en su capítulo sobre la novela social junto a autores como Álvaro Yunque, Leónidas Barletta, Elías Castelnuovo,[5]​ Ismael Moreno, Alcides Greca y Raúl Larra.

Bajorrelieve autorretrato de Julio Vanzo, esposo de Rosa Wernicke.