Gestionó la adquisición de varias unidades navales, entre destructores, cañoneras fluviales y submarinos, así como el dique flotante.
Su padre luchó en la Guerra del Pacífico, actuando en la defensa de Arica; al caer prisionero, fue confinado en Chile.
Fue en esa circunstancia en la que nació su hijo Roque Saldías, en la ciudad de Valencia.
Roque Saldías ingresó en 1908 a la Escuela Naval del Perú (ubicada entonces en Bellavista), de la cual egresó en 1912 como guardiamarina.
En 1920, ya como teniente primero, fue nombrado ayudante del Jefe de la Misión Naval Americana.
[1][3] Pasó a ser segundo comandante del crucero Almirante Grau, buque insignia de la armada peruana (1930).
Ese mismo año cursó en la Escuela Superior de Guerra Naval.
[1][3] Durante el segundo gobierno del general Óscar R. Benavides fue ministro de Salud Pública, Trabajo y Previsión Social (1936-1937), formando parte del gabinete ministerial presidido por el coronel Ernesto Montagne Markholz.
Bajo su gestión se introdujeron innovaciones importantes en el currículo de los cadetes navales, quedando establecidas cuatro áreas que el futuro oficial debía conocer a cabalidad: navegación y maniobra, artillería, ingeniería mecánica e ingeniería eléctrica.
[15][16] Ese año se realizaron elecciones presidenciales de las que salió ganador Odría para ejercer como presidente constitucional hasta 1956, en un proceso de elecciones irregular, donde el único oponente a la candidatura odriísta fue la del general Ernesto Montagne Markholz, quien se hallaba encarcelado por ser opositor a la Junta Militar de Gobierno.
[17][18] Saldías compartía con el presidente Odría una visión política que buscaba la modernizar el país, donde se privilegiaba la educación, la salud pública y la seguridad nacional, así como la integración.
También mostró interés en el arma submarina, pese a pertenecer a una generación de oficiales que se mostraba escéptica ante el empleo de esta arma novedosa que había transformado la guerra naval.
Las adquisiciones también abarcaron torpedos, munición y armamento menor para las unidades de la escuadra.
Para su diseño, Saldías trajo a expertos estadounidenses, y para su financiamiento empleó ingresos del tesoro público y fondos propios de la Marina, provenientes de los aportes de unidades auxiliares como el BAP Pariñas y el BAP Callao, dedicadas exclusivamente al cabotaje.