Riego en el Perú
0,12 millones ha (riego por aspersión) 0,07 millones ha (riego localizado) El riego en el Perú ha sido (y se espera que continúe siendo) un factor determinante en el incremento de la seguridad alimentaria, el crecimiento agrícola y productivo, y el desarrollo humano en las zonas rurales del país.Los recursos hídricos y la infraestructura hidráulica para riego está distribuida de manera desigual por el país, lo que crea realidades muy diferentes.La sierra y la región Amazónica, con abundantes recursos hídricos pero poca o rudimentaria infraestructura para riego, poseen minifundios con cultivos destinados a mercados locales o subsistencia.[2] A pesar del crecimiento, la pobreza disminuyó sólo de manera lenta en la región andina, donde la pobreza alcanza el 70 por ciento de la población, y muchos indígenas permanecen atados a una agricultura de subsistencia en minifundios que producen solo un tercio del PIB agrícola del país.Por primera vez en tres décadas, el Estado tiene dinero para invertir y (con la ayuda del Banco Mundial) el Gobierno ha elaborado una nueva estrategia contra la pobreza, la cual incluye el aumento de los gastos sociales y el desarrollo agrícola, a la vez que intenta enfocarse más de cerca en las zonas más pobres, la mayoría de las cuales se encuentran en los Andes, al sur del país.Pobreza rural y urbana por regiones naturales en el Perú (%) “Fuente”: INEI ![4] Se estima que la eficiencia total del uso del agua en los sistemas de riego es aproximadamente del 35%, lo cual se considera como un mal rendimiento y se debe principalmente a los sistemas de distribución con fugas y al uso extensivo de métodos de riego por gravedad o inundación no mejorados, con una eficiencia total estimada del 50%.Muy pocas veces se mide el agua y las tarifas se calculan, en su mayoría, en función de las hectáreas más que del volumen de agua utilizado.[5] La costa se caracteriza por esquemas de riego a gran escala que abastecen varias comunidades, donde las tierras son relativamente grandes y la agricultura es en su mayoría comercializada y dedicada a las exportaciones.Unos 53 ríos que fluyen hacia el oeste desde los Andes hasta la costa, suministran la mayor parte del agua usada para el riego.De los 53 ríos del área costera, 16 están parcialmente contaminados con plomo, manganeso y hierro.En los siglos XV y XVI, el imperio Inca ostentaba un sistema avanzado de riego, que suministraba agua a 700.000 hectáreas de diversos cultivos en la zona costera fértil.En los últimos 30 años, el gobierno peruano ha invertido aproximadamente 5000 millones US$ para mejorar la infraestructura hidráulica, incluidas las presas y los sistemas de riego y drenaje, lo que produjo un aumento del territorio bajo riego, principalmente en la región costera.En 1914, el gobierno peruano contrató al ingeniero estadounidense Charles Shutton para asesorar sobre las obras públicas para el desarrollo del riego.Sin embargo, las bajas tarifas y la poca capacidad recaudadora produjeron un apoyo financiero insuficiente para que las juntas de usuarios mantuvieran y desarrollaran los sistemas de riego.El gobierno peruano siguió siendo el mayor actor en el desarrollo del riego, que estaba concentrada en la región costera.[11] El marco constitucional de Perú establece que los recursos hídricos son propiedad exclusiva y responsabilidad administrativa del gobierno nacional.Igualmente, el Programa de Riego Tecnificado (PRT, Ley N.º 28585 y su Reglamento DS 004-2006-AG), aprobado en 2006, tiene como objetivo reparar, desarrollar y mejorar los sistemas de riego en todo Perú.Las reformas institucionales de la última década redujeron las tareas técnicas que eran responsabilidad del Ministerio de Agricultura (Ministerio de Agricultura MINAG) y crearon numerosas unidades ejecutivas semiautónomas y programas especiales en los ámbitos nacional, regional y local.En 2008, el gobierno peruano creó la Autoridad Nacional del Agua, organismo adscrito al MINAG, reemplazando a la Intendencia de Recursos Hídricos, que se encontraba previamente bajo el control del INRENA (Instituto Nacional de Recursos Naturales INRENA).La Autoridad Nacional del Agua (ANA) es responsable del diseño y puesta en marcha a escala nacional de las políticas sobre recursos hídricos sostenibles y riego.[12] Téngase en cuenta que actualmente la ANA no tiene representación en el ámbito local.[13] Las juntas son menos numerosas en Los Andes y en el Amazonas, donde organizaciones más tradicionales, los Comités de Regantes, se encargan del riego.El resto está en proceso o necesitan ayuda para lograr la sostenibilidad financiera y técnica.Los rendimientos restantes están destinados a cubrir los gastos de operación y mantenimiento (8%) y a sustentar la autoridad de aguas regional, ATDR (8%).El gobierno nacional ha estado invirtiendo en infraestructuras de riego mayores, ubicadas principalmente en la región costera aunque planea ampliar sus esfuerzos también al Altiplano.[1] Los efectos del cambio climático en el Perú pueden verse en las condiciones atmosféricas más extremas tales como sequías e inundaciones, Oscilación del Sur El Niño,[4] y el retroceso de los glaciares andinos.Esta tendencia continuará, y se cree que el aumento de la escorrentía provocará en el Perú un grave estrés hídrico durante los próximos 20 años.En 2007, el Banco Mundial aprobó el PSI III, ampliando así la ayuda técnica y financiera a la sierra.Es probable que la seguridad del agua proporcionada por los derechos sobre el agua formalizados anime a los agricultores a invertir en sus sistemas agrícolas: por ejemplo, en tecnologías mejoradas de riego en fincas o en la conversión hacia cultivos de mayor valor.