Al menos 60 personas murieron producto de la explosión y toda la munición fue destruida.
Díaz y Mena acusan a los liberales de organizar un complot, pero estos lo niegan rotundamente.
Estados Unidos se comprometen a otorgar un préstamo por 15 millones de dólares para mejorar la economía nicaragüense.
El 7 de octubre, se instala una Asamblea Constituyente cuyos resultados futuros confirman el control político del general Mena sobre el acontecer nacional.
Estados Unidos seguían desarrollando su Plan Dawson en Nicaragua, con o en contra la Constitución: empréstitos, intervenciones y complots.
La alianza conservadora contrarrevolucionaria continúa resquebrajándose con la difusión de los Pactos Dawson, al salir a luz una copia, presumiblemente facilitada por Mena.
Díaz el 3 de agosto pedía la intervención armada al Ministro estadounidense George Thomas Weitzel.
El ejército que marchó sobre Managua se componía de unos 1.200 hombres al mando supremo del General Benjamín Zeledón.
La defensa de la capital es encomendada al general Chamorro jefe del ejército conservador.
El ataque riguroso y metódico dura tres días consecutivos, produciendo grandes estragos pero la línea de fuego permanece inmóvil, los atacantes no pueden avanzar y al cuarto día Zeledón sabiendo a sus tropas desgastadas y cansadas decide el regreso a Masaya para reorganizar sus fuerzas, antes de ponerlas nuevamente en pie de lucha.
El experimentado General hondureño Juan Manuel Durón, fue enviado por el gobierno a esa ciudad con una columna de 1000 constabularios para sofocar el levantamiento revolucionario, pero desconocía que desde Granada vía Tipitapa y por el lago Xolotlán había llegado a León el primer cargamento de armas conducido por el Doctor Escolástico Lara, que entregó 150 rifles y gran lote de parque.
Como el general Durón tenía el grueso de sus hombres y cuartel general en la Casa Schubert y alrededores con francotiradores sobre los árboles, tejados más otros sitios estratégicos, el Coronel Rafael Ramírez Delgado con sus hombres llegó a la casa del doctor Alfonso Ayón, desde donde fueron abriendo boquetes en las paredes a manera de túneles para ir eliminado a los francotiradores hasta llegar a la clínica del doctor Desiderio Pallais Bermúdez, localizada en la esquina opuesta al cuartel, que fue atacado con bombas manejadas por Simodocea Duarte Barreto, esposa del General Celio Barreto Guerrero e hija del doctor y exministro Agustín Duarte Barreto y Francisca Barreto Herdocia.
Otro enfrentamiento sangriento se dio entre el Seminario San Ramón y la Catedral, controlada por tropas leales al gobierno.
La defensa de León entonces empezó y se peleó todo el día, la noche, hasta el día siguiente 19, cuando al mediodía el general Roberto Hurtado fue desalojado del Fortín de Asosasco, que previamente había tomado.
Promovidos por los triunfos, salieron por tren de León a Chinandega el 24 de agosto al atardecer el General Celio Barreto contando entre sus oficiales a Gustavo Abaunza, Félix Baltodano, Joaquín Aguilar, Apolonio Morales y Benjamín Bolaños, en total 600 hombres, para respaldar al General en Jefe Francisco Baca (hijo) en su lucha contra el General conservador Perfecto Tijerino Vaca, que controlaba la plaza.
En Jinotepe, el 3 de octubre, a pesar de la muerte del general conservador Asunción Masís, ese mismo día el Delegado Ejecutivo Liberal Doctor Segundo Albino Román y Reyes, vencido tuvo que entregar la ciudad a las tropas estadounidenses y conservadoras.
Únicamente Zeledón les hizo resistencia en Masaya, para la defensa de la ciudad atrincheró a sus hombres en los cerros "El Coyotepe" y "La Barranca".