Se entiende por rendición, en términos militares, cuando soldados, naciones u otros combatientes dejan de luchar y finalmente pasan a convertirse en prisioneros de guerra, ya sea esta como individuos o cuando se les ordene por sus oficiales.
[1] Cuando las partes están de acuerdo a los términos, la rendición puede ser condicional, es decir, si la parte que promete rendirse se aviene ello solo después de que el vencedor hace ciertas demandas.
Normalmente, un beligerante solo acepta la rendición incondicional si es completamente incapaz de continuar con las hostilidades.
La política del Ejército de Estados Unidos, por ejemplo, requiere que las personas que se rindan deben ser aseguraradas y salvaguardadas mientras son evacuadas del campo de batalla.
Naciones enteras también pueden rendirse en un intento por poner fin a una guerra o conflicto militar.