Juntos organizaban tertulias y veladas donde se reunían los principales artistas e intelectuales ilustrados de Madrid.
Apoyaron la cultura, y crearon una biblioteca considerable que contenía volúmenes prohibidos por la Inquisición.
Su atuendo y peinado siguen el estilo parisino de María Antonieta, es elegante pero no frívolo.
Una peluca gris con rizos intrincadamente dispuestos rodea su rostro amable, atrayendo la atención hacia la mirada inteligente y vivaz.
Goya no corrige los defectos de su belleza: nariz demasiado larga y boca estrecha.
[1][5] El pintor enfatizó los detalles con ligeras pinceladas y obtuvo suaves transiciones de tonalidades mediante veladuras.