Rerum Ecclesiae
Cincuenta años después, en 1922, el papa Pío XI, declarò pontificia esa sociedad, que fue traslada a Roma, integrándola en mayo de ese mismo año en las Obras Misionales Pontificias, con implantación en todas las diócesis del mundo.Todos los files deben sentirse corresponsables con el Papa en la propagación del evangelio, pero esta obligación incumbe de un modo especial a los obispos.Por último, en la encíclica el papa anima a los obispos para que promuevan en su diócesis las Obras Misionales Pontificias, estableciendo o apoyando, si ya existe, la Unión Misional del Clero, a través de la cual se impulsará la oración por la misiones.En el resto de la encíclica el papa da orientaciones para labor pastoral que se encomienda a los vicarios y prefectos apostólicos que gobiernan las estructuras jerárquicas establecidas por la Iglesia en las zonas de misión.refiriéndose al papel a que está llamado este clero insiste: Llama también la atención sobre la importancia que tiene cuidar y promover entre los nuevos bautizados vocaciones a las órdenes y congregaciones religiosas; considerando también si en algunos casos puede ser ventajoso la fundación de Congregaciones de indígenas, acomodadas a las necesidades y circunstancias propias de cada país.