[2] A finales del siglo XIX, la comunidad francesa representaba aproximadamente un tercio de la población de Uruguay, la mayoría procedente del País Vasco francés y la provincia Bearne.
Durante su visita, de Gaulle se reunió con el Presidente uruguayo Daniel Fernández Crespo.
Como resultado, los opositores políticos fueron perseguidos y muchos huyeron al exilio, la mayoría a otras naciones de América Latina.
Francia acogió a numerosos exiliados uruguayos y suspendió las relaciones diplomáticas durante el período militar.
Varios países latinoamericanos, entre ellos Uruguay, han sido acusados de refugiar a miembros de la organización terrorista ETA buscados en España y Francia,[5][6] siendo Canadá y Estados Unidos los únicos países americanos que clasificaron esta organización como grupo terrorista.
El Estado uruguayo se inspiró del modelo francés (laicismo, Código Napoleónico y el sistema educativo).