El gobierno debió dar impulso a la inversión sin nacionalismos ni consignas pero bloqueó reformas.
Como los gobiernos no tenían disciplina fiscal, estos generaban una inflación promedio de 8 % anual.
La revolución cubana, perpetrada por militantes comunistas, generó ilusiones y una creciente agitación social alentada por las carencias percibidas, sin identificar las causas de las mismas.
Esta movilización genera el inicio político para nuevos rostros con la aparición en 1956 del Partido Demócrata Cristiano y Acción Popular, fundado por Fernando Belaúnde Terry, quien fue considerado de centro en su época, dado que incorporaba al pueblo en sus obras con el lema el pueblo lo hizo.
Esta demora se tomó equivocadamente como un boicot a la solución de las fuertes desigualdades sociales existentes, cuando la realidad indica que las cuentas fiscales no soportarían la cantidad de créditos y capacitación necesaria para ejecutar la reforma en el Perú.
Se dio las bases de la ley de Reforma Agraria, dejando claro que la Reforma Agraria estaba en marcha para incrementar la producción agraria y desarrollar el Perú, evitar explosiones sociales que ya estaban ocurriendo en haciendas del interior del país alentados por la ideología tipo revolución cubana, sin pensar en la necesidad de financiamiento y quiebra futura sin capacitación que podría ocurrir.
Por tanto, la Reforma Agraria estaba destinada a capacitar e incrementar productividad con su repartición bajo condiciones óptimas y no sólo una simple expropiación sin retribución.
Lo cual indica que no debe truncarse un proceso de crecimiento sólo porque en una etapa existan carencias.
Al parecer la IPC solicitaba 70 años de exploración y explotación del petróleo en el Perú, al igual que el contrato Grace solicitó la administración de los trenes en el Perú por 70 años, con la diferencia que a los ingleses sí les debíamos millones de libras esterlinas acumulados en intereses desde 1821, acumulando intereses por los préstamos solicitados por Bolívar y San Martín destinados a facilitar la organización del Estado Peruano en sus inicios.
Pero en sus inicios el freno productivo del país ocasionado por la falta de inversión mantuvo a miles en extrema pobreza por varios años.
Para producir se necesitan materiales y suministros que son más económicos si la fábrica está cerca de los puertos.
La naturaleza destruía las carreteras nuevas lo cual haría inestable el suministro para fábricas que decidieran instalarse en la sierra o la selva cuando no existían carreteras suficientes y la recaudación estatal de impuestos que permitiera su mantenimiento.
Por este motivo la sierra y la selva del Perú tienen menor grado de desarrollo.
Fueron causas de selección natural y el enfrentamiento social ideológico con la inversión privada, alentado por Fidel Castro desde el extranjero.
No se fomentó el crecimiento de la productividad y prosiguió la expansión urbana con las migraciones iniciadas desde 1950.
Pero sin aumentar la producción resultó que las necesidades de agua, electricidad, desagüe y demás servicios cargó las cuentas del Estado.
En ese tiempo el Perú exportaba petróleo gracias a la inversión privada y producción de la IPC.
Este ciclo de bonanza fue decayendo cada año hasta caer en el déficit y alentar a los promotores del terrorismo.
La Constitución de 1979 agravó la situación al sacramentar la existencia de las empresas públicas, ordenado por Francisco Morales Bermúdez, el APRA y la izquierda radical, debido a que todos ellos recibían prebendas del Estado y se adecuaba a sus ideologías intervencionistas.
Las masas no tenían empleo dadas las exigencias políticas de izquierda radical que enfrentaban a la inversión privada, mientras las empresas públicas absorbían la recaudación fiscal sin dar buenos servicios ni construir obras suficientes, generando inflación y fuga de capitales.