En el contexto del país, desde las protestas ciudadanas iniciadas en febrero de 2011, los cambios previstos con una pequeña reforma constitucional anunciada en 2010, se convirtieron en un nuevo texto de más amplio recorrido.
[5] El 19 de junio se produjeron manifestaciones a favor y en contra del nuevo texto constitucional.
La agrupación islamista ilegal, aunque tolerada, Justicia y Caridad (JyC) se mostró contraria a la reforma porque, a su juicio, "la Constitución refuerza las prerrogativas absolutas del rey", siendo especialmente crítica con un nuevo órgano presidido por el rey, el Consejo Superior de los Ulemas.
Formaciones minoritarias, como la marxista Vía Democrática, la organización Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y el sindicato CDT, pedían el boicot.
El 26 de junio, último domingo antes del referéndum, miles de jóvenes salieron a la calle en distintas ciudades (sobre todo Fez, Tetuán, Casablanca, Rabat y Tánger, en esta última unos 8000) para pedir el boicot al proceso electoral por considerar el proyecto constitucional como una carta otorgada por el monarca.