Contribuyó significativamente en la investigación científica de diversas culturas precolombinas, entre ellas chavín y paracas.
Sus padres fueron Pedro José Carrión (coronel del ejército peruano) e Isabel Cachot (concertista y compositora).
Por entonces empezó a colaborar con Julio C. Tello en sus investigaciones arqueológicas y en la publicación de la revista Inca (1923).
Gracias a su profunda amistad y compañerismo con Luis Alberto Sánchez Sánchez y otros líderes del aprismo también fue asesora en el área de arqueología en el Senado de la República (1952).
[2] En 1955 se casó con el etnólogo suizo Raphael Girard y pasó a residir en Guatemala, donde desarrolló también su profesión arqueológica.