Incursionó en la música ligera japonesa, el jazz y los temas hawaiianos al encontrar mayor aceptación entre ese público.
Aunque ya había incluido entre su repertorio varias melodías de tangos europeos, fue con 24 años cuando escuchó por primera vez La cumparsita interpretada por la Orquesta Típica Tokio y sintió con profunda emoción que debía cantar esa música.
Desconociendo el idioma español, estudió con el nissei Jorge Minoru Matoba, especialista en folklore sudamericano y principalmente tango, para alcanzar la verdadera entonación de este último.
En 1953 hizo su primera visita a Buenos Aires, donde pensaba quedarse apenas unos días como turista en una escala del viaje que abarcaba EE.
Durante la estancia grabó varios temas con el sello T.K., entre ellos "Mamá yo quiero un novio", con la orquesta del maestro Aníbal Troilo, aunque sin la presencia de éste.