Dientes dispersos que se cree podrían ser de Rhamphorhynchus también han sido hallados en Portugal.
[3] Sin embargo, exámenes subsiguientes de esta espécimen hechos por Wellnhofer en 1975 y Bennett en 2002 usando tanto luz visible como ultravioleta no hallaron rastro de la cresta, y ambos concluyeron que Broili se equivocó.
El primer espécimen nombrado de Rhamphorhynchus, fue remitido a Samuel Thomas von Soemmerring por el coleccionista Georg Graf zu Münster en 1825. von Soermmerring concluyó que pertenecía a un ave antigua.
Cuando la preparación adicional desenterró los dientes, Graf zu Münster envió una réplica al profesor Georg August Goldfuss quien lo reconoció como un pterosaurio.
Sin embargo, en ese entonces muchos científicos consideraron incorrectamente a Ornithocephalus como el nombre válido para Pterodactylus.
[8] En 1845, Hermann von Meyer oficialmente corrigió la especie original Ornithocephalus münsteri a Pterodactylus münsteri, dado que en este punto ya se había reconocido la prioridad del nombre Pterodactylus sobre Ornithocephalus.
[12] El espécimen tipo de R. muensteri, descrito por Münster y Goldfuss, se perdió durante la Segunda Guerra Mundial.
Si está disponible, un nuevo espécimen o neotipo debe ser designado en caso de la pérdida del original o si este se encuentra en mal estado de preservación.
[13] En 1995, el investigador Chris Bennett publicó una extensa revisión de las especies alemanas reconocidas.
El artículo de Bennett no incluyó a las especies africana y británica, aunque él sugirió que debían ser consideradas como miembros indeterminados de la familia Rhamphorhynchidae y no necesariamente especies del propio Rhamphorhynchus.
[13] Los Rhamphorhynchus jóvenes tenían cráneos relativamente cortos con grandes ojos, y la punta sin dientes de las mandíbulas eran más cortas que en los adultos, con puntas redondeadas sin filo que eventualmente se volvían más delgadas y aguzadas cuando el animal crecía.
Los Rhamphorhynchus adultos también desarrollaban un fuerte "gancho" al final de la mandíbula inferior.
El número de dientes permanecía constante a través de la vida del animal, aunque los dientes se volvían relativamente más cortos y robustos en la edad adulta, posiblemente para capturar presas más grandes y poderosas.
Bennett examinó dos posibilidades para las crías; que fueran altriciales, requiriendo algún período de cuidado antes de dejar el nido, o que fueran precociales, naciendo con suficiente tamaño y habilidad para volar.
[4][16] Bennett examinó el dimorfismo sexual en Rhamphorhynchus usando un análisis estadístico, y halló que los especímenes efectivamente se agrupan en conjuntos de cabeza pequeña y de cabeza grande.
Sin embargo, sin ninguna variación conocida en la forma real de los huesos o el tejido blando (diferencias morfológicas), él encontró que la idea de dimorfismo sexual no era concluyente.
Esta lámina, catalogada como WDC CSG 255, puede representar dos niveles de depredación; uno por Rhamphorhynchus y otro por Aspidorhynchus.
Como el Leptolepides estaba bajando por su faringe, un gran Aspidorhynchus pudo haberlo atacado desde debajo del agua, perforando accidentalmente la membrana izquierda del Rhamphorhynchus con su afilado hocico en el proceso.
Tanto Koh como Wellnhofer rechazaron la idea, afirmando que "Odontorhynchus" era un sinónimo más reciente de R.
En la película En busca del valle perdido VII hay un Rhamphorhynchus siniestro llamado Rinkus.