Una de sus empresas más importantes fue introducir, no sin una notable oposición, la vacuna contra la viruela.
En esta ciudad, fue elegido consejero de la corte y llegó a desenvolverse con la nobleza bávara.
Entre otras cosas estudió fósiles de cocodrilos y en 1812 describió al Ornithocephalus antiquus, conocido en la actualidad como Pterodactylus.
Diseñó un telescopio para la observación astronómica y varios telégrafos eléctricos, entre los que se hallaba su 'telégrafo electroquímico'.
[2][3] Trabajó en el proceso de fermentado del vino, e investigó las manchas solares, así como otros temas muy diversos.