El francés había liderado inicialmente el rally, pero se quedó rezagado cuando su coche sufrió un fallo en el turbo el viernes por la tarde.
Ni siquiera Neuville y su copiloto Martijn Wydaeghe fueron inmunes a la brutalidad del rally.
Un fallo en el motor afectó a su Hyundai i20 N Rally1 en la mañana del viernes, pero la pareja logró recuperarse y aplicó una estrategia sensata, equilibrando los riesgos para evitar más problemas en las traicioneras pistas.
Para cuando cruzó el final del tramo, Virves había recuperado la diferencia, dejando a ambos pilotos empatados en el tiempo total.
Maior inició los traicioneros tramos del último día con una cómoda ventaja de dos minutos sobre Jürgenson, lo que le permitió gestionar su ritmo sin tomar riesgos innecesarios.