Rabona (personaje)

Al darse el alto, las rabonas preparaban la comida y atendían a sus maridos, parejas o familiares, reparando los uniformes y realizando otras tareas de cuidado, que en esa época podían considerarse de logística.

Con el tiempo muchas de ellas terminaban formando parte integrante del batallón y no era inusual que caído su hombre en combate le prodigaran los primeros auxilios o asistieran en su agonía llegando a tomar incluso el fusil de aquel para continuar combatiendo.

El general español Andrés García Camba refiere en sus memorias como durante la batalla de Umachiri el campamento realista fue atacado por un numeroso contingente de rebeldes siendo que la defensa fue obra de los pocos soldados que se encontraban y las mujeres que acompañaban al ejército quienes dirigidos por un capellán lograron rechazar el ataque.

Tal fue el caso de María Olinda Reyes —rabona pierolista conocida entre la tropa como Marta, quien participó en la guerra con Chile y la guerra civil de 1895, donde alcanzó el grado de capitana obteniendo perdurable fama en el ejército—, quien es recordada en una marinera: muchachos vamos a Lima que viene la montonera, con Felipe Santiago Oré y Marta la cantinera.

[8]​ A principios del siglo XX, la figura de la rabona fue desapareciendo paulatinamente debido a las reformas implementadas en el ejército y las variaciones en el servicio, convirtiéndose finalmente en un personaje del recuerdo.

Rabona en marcha , acuarela de Pancho Fierro de mediados del siglo XIX .
Soldado peruano y rabona , fotografía de Eugenio Courret .
Soldado boliviano y rabona , reproducción del archivo Courret.
El repase , óleo de Ramón Muñiz, que representa a un soldado chileno a punto de ultimar a un herido peruano que es auxiliado por una rabona.