[28] El escritor peruano Manuel Lorenzo de Vidaurre aporta Carácter del general Pomacagua, publicado originalmente en Filadelfia en 1823.
[47] En cambio, en la edición de Horacio Villanueva Urteaga el documento es denominado La Real Audiencia del Cuzco informa a V.M.
En cuanto el clima mejoró llegaron rápidamente a Pati, enterándose de que los patriotas concentraban fuerzas entre Ayaviri y Pucará.
Así, primero acabarían con la rebelión y después ayudarían a Pezuela, decisión que fue informada al general.
[70] El 28 de febrero, Melgar escribió un oficio (y Vicente Angulo lo firmó) al brigadier, ofreciéndole reconciliación pero este último simplemente le respondió que si se sometía inmediatamente recibirían un indulto.
[71] En esos momentos Pumacahua envió un mensaje a Ramírez exigiéndole su rendición,[nota 4] lo que fue respondido con insultos por el brigadier.
[75][76] El día 10, Pumacahua había reconcentrado sus fuerzas a orillas del río Cupi, que estaba crecido por unas lluvias recientes.
[118] El historiador ecuatoriano Alfonso María Borrero Moscoso la estimación de veinte mil indios, 500 fusiles y 37 cañones.
[135][82][136] En esta última estimación coincide con Pardo Ribadeneira en Informe (inédito) elevado al Rey Fernando VII.
Estos últimos se dirigieron al Umachiri, donde desalojaron a un piquete enemigo que vigilaba unas alturas para impedirles el paso del río.
[161][76] Después de este éxito se encontraron con todo el ejército rebelde a la otra orilla del caudaloso Llalli.
[77] Sus alas eran defendidas por tres cuerpos de caballería listos para cruzar el río cuando fuera necesario y se apoyaban en la artillería.
[5] Al otro lado estaba la división de Ramírez situada en una pequeña altura, pero al comprender la desventaja que tenía en dicha posición, decidió parar y situar a su artillería en el mencionado morro, levantar las tiendas y descargar a las bestias mientras estudiaba el terreno.
Luego, los rebeldes se aproximaron en gran número al río Llalli, dejando claro que la batalla sería en ese momento y lugar.
[167][6] Ante tal acaso, en apenas 15 minutos la línea rebelde se deshizo y comenzó una retirada relativamente ordenada.
[171][172] Sin embargo, los patriotas aún no estaban vencidos y se reorganizaron en las alturas, desde donde abrieron fuego con las piezas que les quedaban.
Por su parte, los monárquicos avanzaron contra ellos por el centro en como columnas (formación cerrada), a la vez que las unidades que habían defendido sus alas empezaban a cruzar y atacaban como guerrillas (formación abierta), logrando desalojarlos rápidamente.
[167][174] Según Eguiguren y Ulloa debieron intervenir 100 hombres que se habían quedado de reserva acompañando al brigadier para dispersarlos.
[176] El enemigo huía en grupos dispersos, pero luego cayó la noche, como su tropa estaba desnuda y estaban a 3 leguas de su campamento, Ramírez canceló toda persecución, temeroso que si sus hombres seguían persiguiéndolos fueran emboscados en las sierras cercanas a Santa Rosa.
[171][176] Eran las 21:00 horas y resolvió que sus soldados pasaran la noche en la orilla del río, no creyendo prudente ordenarles cruzarlo de nuevo.
[9][10][11] Los monárquicos padecieron 7 muertos por disparos y 6 por ahogamiento al cruzar el río y unos pocos heridos,[15][10][178] tal desproporción lleva al autor a comparar la victoria con la obtenida por Quinto Fabio Máximo Alobrógico en Vindalium o la de Lucio Licinio Lúculo en Tigranocerta.
[183][182][184] Por último, validan los 13 muertos y 7 heridos realistas, aunque el número es cuestionable por la costumbre monárquica de reducir las bajas.
[183][188] Pumacahua fue a Tinta con unas pocas tropas para intentar organizar una defensa de Cuzco,[188] pero en Sicuani, donde unos días antes había reprimido violentamente una contrarrevolución monárquica, se alzaron nuevamente y salieron en su captura.
El 18 de marzo estallaba en la propia Cuzco una revuelta realista que consiguió arrestar a todos los jefes supervivientes.
[207] Utilizando la obra del mariscal Auguste Marmont Espíritu de las instituciones militares (1845) como referencia, San Cristóval sostiene que en Umachiri los patriotas habían reunido una masa pero no un ejército, pues carecían de disciplina e instrucción, solamente tenían una imperfecta organización.
[208] Tampoco hubo concentración de fuerzas por el bando patriota, que dejaron a muchas columnas vigilando los caminos y no las reunieron para la batalla.
[211] San Cristóval, basándose en Marmont nuevamente, no considera a ninguno de los comandantes como un verdadero «general».
[215] Segundo, debían conseguir el apoyo de los otros movimientos independentistas sudamericanos, algo que intentaron al buscar comunicarse y coordinarse con los rioplatenses, aunque no fructífero.
[216] En Umachiri, Pumacahua hostigó con su artillería e intentó envolver a su enemigo con su caballería, pero Ramírez llegó al punto de hacer desnudar a sus hombres y hacerlos cruzar con el agua al cuello el río para luego atacar inmediatamente.
[196] Según Cornejo Bouroncle esta batalla fue decisiva: «en 1815 se habría consumado la independencia del Perú y de América».