En la noche, Ruber, con una misteriosa poción que le había dado un grupo de brujas, convierte a sus secuaces y prisioneros en monstruos de hierro, y fusiona al pollo Bladebeak con un hacha, convirtiéndolo en su esbirro.
Kayley le pide a Garrett que la acompañe en su búsqueda de Excalibur, aunque él prefiere ir solo.
Devon y Cornwall les piden unirse al grupo porque si regresan al País de los Dragones, serán desterrados por ayudar a los humanos, y Garrett acepta a regañadientes cuando Kayley le ruega.
Un día, Garrett le cuenta a Kayley que cuando era más joven, que trabajaba en el establo de Camelot, quería ser caballero, pero quedó ciego al intentar salvar a los caballos del incendio en el establo.
Kayley rápidamente hace que Ruber y sus hombres queden enredados entre los árboles.
Afortunadamente, Kayley se reúne con sus amigos y derrotan a los secuaces de Ruber.
Finalmente, logran engañarlo para que ponga la espada en la piedra y de repente un destello mágico se expande por todo el reino, Ruber muere desintegrado por la magia de la misma debido a que no era digno para usarla, haciendo que los hombres de hierro y Bladebeak vuelvan a la normalidad, en ese momento Devon y Cornwall se separan pero deciden volver a fusionarse ya que prefieren ser bicéfalo.
La película termina con Kayley y Garrett montando en un caballo con un letrero diciendo "Recién Nombrados Caballeros".