Los testimonios más antiguos de ocupación humana en este territorio se remontan a época prehistórica.
No se recuperó el territorio hasta bien entrado el siglo XVIII, cuando las reformas borbónicas impulsan la roturación y puesta en cultivo de estas tierras tras haber servido durante siglos como dehesa de los ganados lorquinos.
Los cultivos mayoritarios son los de secano: almendro, olivo y cereal, si bien este último es el menos importante.
Aquí se encuentran diversas variedades autóctonas de almendra, cuyo uso es imprescindible en la respostería lumbrerense.
Respecto a la ganadería, la cabaña predominante en la actualidad es la porcina, con dos cebaderos en los que trabajan buena parte de sus habitantes.
Las fiestas patronales se celebran en honor a la Virgen del Carmen, en los días 14 y 15 de agosto.