Puertas de suicidio

En estos casos suelen denominarse puertas tipo concha pues cada puerta abre hacia un lado, aun cuando no ocurre como en las valvas de una concha donde las valvas están superpuestas y las bisagras son comunes.

Empezando por la supuesta peligrosidad del sistema, sobre todo en los primeros automóviles que se fabricaban, hasta la era de los gánsteres y la lucha entre bandas mafiosas.

El riesgo potencial es evidente: cuando se circula a gran velocidad, el rápido movimiento del aire alrededor del coche crea una zona de baja presión, que actúa como una fuerza exterior en la puerta, intentando abrirla.

La fuerza centrífuga junto con la baja presión del aire que se mueve alrededor del coche tienden a abrir la puerta y arrojar al ocupante si no lleva puesto el cinturón de seguridad.

Esto se trata de evitar con cierres más fuertes especialmente diseñados para estas puertas.

Delahaye Type 135, un coche con puertas de suicidio.
Seat 600 con puertas de suicidio.