En la parte sur del puente se encuentra la Catedral de Southwark y London Bridge Station.
Ambos terraplenes, particularmente el norte, habrían ofrecido cabezas de playa estables para el tráfico de barcos río arriba y río abajo: el Támesis y su estuario fueron una importante ruta comercial entre el interior y el Continente desde al menos el siglo IX a. C.[3] Hay evidencia arqueológica de asentamientos dispersos del Neolítico, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro cerca, pero hasta que se construyó un puente allí, Londres no existía.
La localización fue probablemente elegida por ser una zona óptima para construir un puente y a la vez tener aguas profundas con acceso al mar.
Las calzadas romanas que iban y venían de Londres probablemente se construyeron alrededor del año 50 d. C., y el cruce del río posiblemente estaba servido por un puente de madera permanente.
[6] El puente cayó en desuso después de que los romanos se fueran.
Mucho más tarde, una tradición escandinava afirma que el puente fue derribado por el príncipe noruego Olaf en 1014, para ayudar al rey anglosajón Etelredo para dividir a las fuerzas invasoras del danés Svein Haraldsson quienes poseían la ciudad amurallada de Londres y Southwark, a ambos lados del río, recuperando así Londres.
Según la costumbre medieval se construyeron casas sobre el puente, el cual pronto estuvo lleno de tiendas, viviendas e incluso una capilla en su parte central.
La cabeza de William Wallace fue la primera en colocarse, en 1305, comenzando una tradición que se perpetuó durante 355 años.
Otras cabezas colocadas en el puente fueron las de Jack Cade en 1450, Tomás Moro en 1535, Juan Fisher en 1535, y Thomas Cromwell en 1540.
Esto posiblemente fue el origen de que en Gran Bretaña se conduzca por la izquierda.
Finalmente, en 1758-62 se derribaron todas las casas sobre el puente junto a los dos arcos centrales, lo que mejoró la navegación sobre el río.
Hacia el final del siglo XVIII era obvio que el puente tras 600 años necesitaba ser reemplazado.
En 1799 se inició una competición sobre diseños para reemplazar el viejo puente, lo que motivó que Thomas Telford propusiera un puente con un único arco de hierro extendiéndose 180 m. La revolucionaria naturaleza del diseño fue elogiada pero nunca se llevó a cabo dada la incertidumbre sobre su viabilidad y sobre la cantidad de terreno necesaria para su construcción.
El recién construido HMS Beagle fue el primer barco en navegar bajo el puente.
La iluminación mejoró considerablemente la apariencia del Puente de Londres, por lo que se decidió mantenerla hasta la actualidad.