Ha sido el segundo monarca de mayor edad en ascender al trono británico, ya que lo hizo a la edad de 64 años, solo siendo superado por Carlos III del Reino Unido, quien, en 2022, ascendió al trono a los 73 años.
Fue el tercer hijo del matrimonio formado por el rey Jorge III del Reino Unido y la duquesa Carlota de Mecklemburgo-Strelitz y, durante sus primeros años, residió en el palacio de Kew, donde fue educado por tutores privados.
[1] A los trece años, ingresó en la Royal Navy y estuvo presente en la batalla del Cabo de San Vicente en 1780.
[2] En 1785, Guillermo obtuvo el rango de teniente, y, cuando fue destinado a las Indias Occidentales en 1786, fue nombrado capitán.
El príncipe intentó ser ungido con un título ducal, al igual que sus hermanos mayores, y recibir una concesión parlamentaria similar.
También intervino en favor de la esclavitud (que, aunque había sido virtualmente suprimida en el Reino Unido, todavía existía en las colonias británicas): utilizó su experiencia en las Indias Occidentales para defender su posición.
Ese mismo año, Jorge IV designó a Guillermo gran lord almirante, cargo que había estado en comisión —es decir, ejercido por un grupo en lugar de un solo individuo— desde 1709.
Como rey de Hannover su más importante actuación fue, sin duda, aprobar y firmar en 1833 una nueva Constitución para Hannover que tuvo en cuenta a la clase media, otorgó un poder limitado a las clases bajas y amplió el papel del Parlamento; pero esta Constitución fue revocada tras la muerte de Guillermo en 1837, por su hermano y sucesor, el rey Ernesto Augusto I de Hannover, quien gobernó como un monarca absolutista.
A diferencia de su extravagante hermano, Guillermo IV detestaba toda pompa y ceremonia.
Las inconsistencias del sistema eran enormes; por ejemplo, las grandes ciudades, tales como Mánchester y Birmingham, no elegían miembros, mientras que las ciudades pequeñas, tales como Old Sarum (con siete votantes), elegían a dos miembros del Parlamento cada uno.
Al principio, el rey vaciló en usar sus poderes para disolver el Parlamento, pues las elecciones apenas habían sido celebradas un año antes.
Ante la presión popular, los lores no rechazaron la ley totalmente, sino que fueron preparando el momento de cambiar su decisión mediante enmiendas.
Cuando Guillermo IV rechazó esta idea, citando las dificultades que ocasionaría una extensión permanente de los pares, Grey y sus ministros dimitieron.
Siguiendo el consejo del duque de Wellington, el rey aceptó readmitir a Grey como primer ministro.
El Parlamento procedió a otras reformas, incluyendo la abolición de la esclavitud en todo el Imperio británico y la restricción del trabajo infantil.
Con lord Melbourne fuera de escena, Guillermo IV decidió confiar el poder a un tory, sir Robert Peel.
Puesto que Peel estaba entonces en Italia, se designó provisionalmente al duque de Wellington como primer ministro.
Como no le sobrevivió ningún descendiente legítimo, la Corona británica pasó a su sobrina Victoria, de dieciocho años.
Dado que la Ley Sálica estaba en vigor en Hannover, una mujer no podía reinar allí; por tanto, fue sucedido por su hermano, Ernesto Augusto de Cumberland, lo que dio fin a la unión personal entre el Reino Unido y Hannover, existente desde 1714.