[1] Jugó un papel muy importante hasta el siglo XIX al formar parte del Camino Real que unía Bilbao y Castilla a través de Valmaseda y del Valle de Mena.
Los carlistas se replegaron cruzando el puente hasta Castrejana, pero las tropas de su brigadier Prudencio de Sopelana habían tomado posiciones en altura para controlarlo, y desde ellas masacraron a las tropas isabelinas que intentaron tomarlo.
Cuando solo faltaba una dovela para acabar el puente, la joven se arrepintió y el canto del gallo ahuyentó al Diablo.
Pudo así salvar su alma y cruzar el puente para ver a su amado.
Estos diablillos se disponían en fila desde la cantera hasta el puente pasándose uno a otro los sillares de piedra.