Privilegio de la Unión (1287)
El año 1286 los unionistas volvieron a plantear reivindicaciones, en la línea de las que lograron obtener de Pedro III, dirigidas esta vez a su hijo Alfonso.Tras ello se produjo una división entre los unionistas y los que se posicionaron a favor del rey, y comenzaron a organizarse en banderías y estallar conflictos armados, que afectaron principalmente a Zaragoza.Los unionistas aprovecharon la debilidad del rey para reclamar dos nuevos Privilegios de la Unión en 1287 por los que el rey debía jurar no aplicar castigos ni prender a los miembros de la Unión sin sentencia del Justicia y consejo de las Cortes.También se pedía que la convocatoria de Cortes fuera anual.Sin embargo, la aquiescencia del monarca le permitió obtener el apoyo de los magnates aragoneses de la Unión para combatir la invasión del Ampurdán en 1288.