Privilegio de blanco

El privilegio del blanco (en francés, privilège du blanc; en italiano, privilegio del bianco) es un privilegio concedido a ciertas reinas católicas y consortes de monarcas católicos, gracias al cual pueden vestir de blanco en una audiencia con el papa, siendo obligatorio para las demás mujeres que vistan de negro.

[1]​ El protocolo formal vaticano para las audiencias papales exigía que las mujeres utilizaran un vestido negro sin ningún escote, mangas que cubran los brazos, falda por debajo de la rodilla y una mantilla.

Para los varones se exigía frac con chaleco y pajarita de piqué blancos.

Desde los años 80 los códigos de la etiqueta vaticana se han vuelto opcionales.

[5]​ El privilège du blanc ha sido usado solo para los encuentros más importantes con el Papa:

Elena de Montenegro y María José de Bélgica recibidas en audiencia por el papa Pío XII en su vista al Palacio del Quirinal en diciembre de 1939. Elena de Montenegro, reina consorte de Italia, hizo uso del privilegio del blanco .