Afirman además que negaba la encarnación del Verbo, atribuyendo a Jesús un cuerpo sólo aparente (docetismo).En este concilio fueron excomulgados, además de Prisciliano, los obispos Salviano e Instancio, hecho que se vería agravado por el rescripto dictado por el emperador Graciano que desterraba extra, omnes terras a los heterodoxos de la Hispania.Allí —tras serle negada audiencia por el papa Dámaso I— se dirigió al emperador y consiguió la derogación del rescripto imperial.Este, a instancias de Hidacio, reinició el proceso contra los priscilianistas.Lejos de acabar con el priscilianismo, estos hechos lo consolidaron hasta el punto que Hidacio resultó excomulgado y debió renunciar a la mitra, al igual que otros antipriscilianistas como Rufo.Esta situación crearía un cisma que sumiría a la Iglesia en una gran confusión, obligando a intervenir al papa Inocencio I, que sancionó la Regula fidei contra omnes hereses, maxime contra Priscillianistas en el año 404.
Según
Orosio
, en su texto contra Prisciliano y su doctrina,
Communitorium de errore Priscillianistarum et Origenistarum
«Prisciliano enseñó que los nombres de los
Patriarcas
corresponden a las partes del
alma
, y de modo paralelo, los signos del
Zodíaco
se corresponden con partes del cuerpo».