[1][2][3][4] Un ser vivo es resultado de una organización muy precisa; en su interior se realizan varias actividades al mismo tiempo relacionadas entre sí.
Por lo general los seres vivos no son estáticos, sino que se adaptan, generan respuestas y cambios frente a modificaciones en el medio ambiente, y responden a cambios físicos o químicos, tanto en el medio externo como en el interno.
A estas reacciones las denominamos procesos metabólicos: Una característica principal de los seres vivos es que estos crecen.
Los seres procariotas se reproducen asexualmente, en los eucariotas se observa dos tipos de reproducción: Las condiciones ambientales en que viven los organismos cambian, son dinámicas, y los seres vivos deben adaptarse a estos cambios para sobrevivir.
Además los virus cuando ingresan a la célula se desintegran totalmente, y se dividen en ácidos nucleicos y proteínas que comenzaran a ser pasados por el proceso de sintetización molecular del huésped (replicación).
Una excepción a esto podrían ser los bacteriófagos de cola, que inyectan sus ácidos nucleicos y proteínas con su cola a través de la membrana celular para que estos sean sintetizado por el huésped.
Los virus se multiplican y evolucionan solamente en las células, sin ellas son materia orgánica inanimada.
Por ello muchos científicos prefieren comparar mejor a los virus y agentes subvirales con los elementos genéticos móviles que con las células.
Por lo tanto, existen pocas dudas de que los virus y los agentes subvirales son elementos genéticos móviles.