Estas medidas de presión sanguínea no son estáticas, experimentan variaciones naturales entre un latido del corazón a otro y a través del día (en un ritmo circadiano); también cambian en respuesta al estrés, factores alimenticios, medicamentos, o enfermedades.
Junto con la temperatura del cuerpo, la presión sanguínea es el parámetro fisiológico más comúnmente medido.
Las arterias más grandes, incluyendo las suficientemente grandes para verse sin ampliación, son conductos de baja resistencia con altos índices de flujos, que generan solamente pequeñas caídas en la presión (asumiendo que no hay un cambio aterosclerótico avanzado).
Por ejemplo, con un sujeto en posición supina (acostado boca arriba), la sangre típicamente experimenta solo una caída de 5 mmHg (0,67 kPa) en la presión media, cuando viaja desde el corazón a los dedos del pie.
Esta onda es creada por el corazón durante la sístole y se origina en la aorta ascendente, entonces viaja a través de las paredes de los vasos a las arterias periféricas mucho más rápidamente que la corriente sanguínea en sí misma.
A medida que la onda es reflejada en las venas periféricas corre hacia atrás en una forma centrípeta.
Generalmente, el reflejo barorreceptor no es un objetivo farmacológico en la hipertensión, porque si se bloquea los individuos pueden sufrir de hipotensión ortostática y desfallecimiento.
Las horas convenientes son: A veces es difícil cumplir estos requisitos en el consultorio médico; además, algunos pacientes se ponen nerviosos cuando su presión arterial es tomada en el consultorio, causando lecturas incrementadas (este fenómeno es llamado hipertensión de bata blanca).
Los exámenes a largo plazo pueden ser hechos con un dispositivo ambulativo para medir la presión sanguínea que toma lecturas regulares de la presión arterial cada media hora en el curso de un día y una noche.
En presiones severamente altas, o presiones arteriales medias de 50 % o más sobre el promedio, una persona no puede esperar vivir más que algunos años a menos que sea apropiadamente tratada.
La presión sanguínea baja puede ser un signo de enfermedad severa y requiere la atención médica urgente.
Sin embargo, las mediciones no invasivas pueden tener una exactitud algo más baja y pequeñas diferencias sistemáticas en los resultados numéricos.
Los métodos de medición no invasivos son más comúnmente usados para exámenes y monitoreos rutinarios.
Un valor sistólico mínimo puede ser estimado aproximadamente por palpación, sin ningún equipo, un método usado más frecuentemente en situaciones de emergencia.
Sin embargo, un estudio indicó que este método no era lo suficientemente exacto y con frecuencia sobrestimaba la presión sanguínea sistólica del paciente.
[6] Un valor más exacto de la presión sanguínea sistólica puede ser obtenido con un esfigmomanómetro y palpando para cuando retorna un pulso radial.
Esto abarca un brazalete inflable (Riva-Rocci) que se coloca alrededor de la parte superior del brazo izquierdo(puede ser tomada en el derecho pero sería erróneo pues la medición obtenida no sería exacta debido al recorrido propio de las arterias), arriba del codo, a aproximadamente la misma altura vertical que el corazón, que va conectado a un manómetro de mercurio o aneroide.
Un brazalete del tamaño apropiado es ajustado e inflado manualmente al apretar repetidamente un bulbo de goma hasta que la arteria braquial es ocluida totalmente.
Escuchando con el estetoscopio la arteria braquial en el codo, el examinador libera lentamente la presión en el brazalete.
Cuando la sangre apenas comienza a fluir en la arteria, el flujo turbulento crea un "silbido" o palpitación (primer sonido de Korotkoff).
En la mayoría de los casos el brazalete es inflado y desinflado por una bomba y una válvula operadas eléctricamente, que se pueden ajustar en la muñeca (elevada a la altura del corazón), aunque se prefiera la parte superior del brazo.
La canulación para el monitoreo invasivo de la presión vascular está frecuentemente asociada a complicaciones como trombosis, infecciones, y hemorragia.
Los pacientes con monitoreo arterial invasivo requieren una supervisión muy cercana, pues hay un peligro de hemorragia severa si la línea llega a desconectarse.
Las alarmas alta y baja pueden ser ajustadas en los parámetros de la temperatura exhibidos.