La presión venosa es la presión que ejerce la sangre contenida en los vasos venosos.
En general, es más baja que la presión arterial, debido a que, aunque el volumen de sangre es grande, la distensibilidad de los vasos también es grande, factor que influye directamente en la presión.
Por otro lado, y al contrario de lo que sucede con la presión arterial, la presión venosa es mayor en la periferia y menor en los grandes vasos, cerca del corazón.
[1] En las vénulas y venas pequeñas el flujo es continuo; en las venas de tamaño medio existen oscilaciones de presión debidas a la transmisión del pulso arterial en aquellos trayectos en los que arterias y venas discurren paralelas; y en las grandes venas el flujo es intermitente, y refleja las variaciones que se producen en el atrio derecho, las cuales, transmitidas retrógradamente por el árbol venoso, constituyen oscilaciones de presión que se traducen en el denominado pulso venoso.
[1]