[1] Los ruidos más comunes encontrados a nivel patológico son roncus, crepitus (o crepitantes), sibilancias y estertores.
Junto con la percusión, ayuda a evaluar el estado de los pulmones y del espacio pleural.
El fonendoscopio se sitúa a cada lado de la columna vertebral, en los costados y en la cara anterior del tórax.
Es muy similar a los crepitantes, pero se diferencia de ellos porque el roce tiene un componente inspiratorio y otro espiratorio.
Los sonidos vocales se transmiten desde la laringe hasta la pared torácica a semejanza de los ruidos respiratorios.
(bronquio gran calibre) (bronquio fino) Espiración alargada Egofonía, pectoriloquia áfona Egofonía, pectoriloquia áfona Roncus o crepitantes si bronquitis asociada El fonendoscopio se coloca en unos puntos determinados en la cara anterolateral izquierda del tórax para escuchar los sonidos cardiacos mientras el paciente sentado inspira, espira y mantiene el aliento siguiendo las indicaciones del médico.
Debido a que las bases físicas de la auscultación Doppler difieren de las del estetoscopio clásico, ha sido sugerido que ambos métodos pueden complementarse mejorando el rédito diagnóstico del examen físico cardiovascular.