[1] La relación volumen-presión está determinada por el LCR, la presión intracraneal, la sangre, el tejido cerebral y la presión de perfusión cerebral, conocido como la hipótesis Monro-Kellie[2][3][4] La hipótesis establece que el cráneo, se comporta como un compartimento rígido con un volumen fijo a su interior.
[4] El principal tampón para incrementar los volúmenes son el LCR, y en menor grado, la sangre.
[cita requerida] El aumento de la presión intracraneal por sobre los 15 mm de mercurio es patológico, llevando a comprometer la correcta perfusión del tejido cerebral, siendo considerada una emergencia médica.
Es también posible observar disminución de la presión intracraneal por debajo del rango fisiológico, aunque esta situación es mucho menos común que la anterior.
También es el objetivo de las intervenciones que se realizan para tratar la hipertensión.