Es un término arquitectónico que define columnas libres, espaciadas ampliamente en una fila.
Designa también al edificio que sólo tiene columnas en su fachada anterior.
Fue utilizado primeramente en los templos griegos (que solían presentar 4 o 6 columnas) y en los etruscos.
Más tarde, los romanos incorporaron este motivo en sus templos y lo retomó posteriormente la arquitectura palladiana.
Sin embargo también hay muchos ejemplos en los templos arcaicos del sur de Italia.