En 2023 contaba con doce habitantes, cinco hombres y siete mujeres.[13] Los métodos tradicionales empleados eran laboriosos y estaban profundamente arraigados en las tradiciones locales, protagonizando la producción de cuero en la región hasta bien entrado el siglo XX.[14] Porto do Souto es un ejemplo destacado de cómo las actividades industriales se mezclaban con las residenciales, creando una comunidad centrada alrededor de las curtidurías, aldeas-fábrica, lugares esenciales para entender la dinámica socioeconómica rural de Galicia.[15] El cierre de las curtidurías en el siglo XX debido a la mecanización y la centralización produjo un impacto negativo en la economía local.[16][17] Porto do Souto conserva edificios históricos y ruinas de su antigua industria.