Según Jacques Le Goff durante este periodo se produjo el nacimiento de Occidente.
El simbólico año mil (cuyos terrores milenaristas se han exagerado) no significa nada por sí mismo, pero a partir de entonces se da por terminada la Alta Edad Media: húngaros y normandos están ya asentados e integrados en la cristiandad latina.
La sociedad feudal se desarrolla sin encontrar todavía límites a su extensión (como ocurrirá con la crisis del siglo XIV).
Los conflictos crecen a la par que la sociedad: herejías, revueltas campesinas y urbanas, la salvaje represión de todas ellas y las no menos salvajes guerras feudales son constantes.
El medievalista francés Jacques Le Goff ha situado en este periodo el nacimiento de Occidente.