Hiperdulía

En el catolicismo, el término hiperdulía designa el culto que se rinde a la Virgen María.[1]​ En efecto, el culto a los santos y por extensión, la veneración que se profesa hacia objetos o bienes materiales que pertenecieron a ellos (restos óseos, cabellos, vestimenta, utensilio de uso personal, etc.) no termina en ellos, sino en Dios mismo.En suma, hiperdulía podría ser interpretado como: hacerse esclavo en forma máxima de… También podría traducirse como la mayor predisposición a la servidumbre o máxima disposición a la sumisión, puesto que María, al ser visitada por el arcángel Gabriel para anunciarle su embarazo, respondió: "Hágase en mí según Su palabra", esto es, la completa aceptación de la voluntad divina.La constitución dogmática Lumen gentium distingue: "Este culto […] aunque del todo singular, es esencialmente diferente del culto de adoración que se da al Verbo encarnado, lo mismo que al Padre y al Espíritu Santo [considerados en el cristianismo los tres como personificaciones o prosopones del Uno y Único Dios, es decir la Santísima Trinidad], pero lo favorece muy poderosamente" (LG 66).Se aúna el escrito de que fue escogida para llevar en su vientre al Mesías, según la tradición cristiana.
María con Jesús en brazos, entronizada entre San Teodoro de Amasea y San Jorge , y custodiada por dos ángeles. Icono encáustico de fines del siglo VI , que pone en evidencia la veneración a María por sobre otros santos. El icono se ubica en el monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí .