Consistió en el canje forzoso de los depósitos a plazo fijo por títulos públicos denominados Bonex 89, y se dio en un contexto hiperinflacionario.
[1] Esto generaría menor demanda por bienes y servicios o compra de dólares, lo que ayudaría a reducir la inflación.
[cita requerida] En agosto de 1988, el gobierno lanza el llamado Plan Primavera, para contener el índice inflacionario alimentado por el crónico déficit fiscal.
[4] Dada la situación económica y la crisis política se adelantan para mayo las elecciones presidenciales en las que el candidato de la Unión Cívica Radical, Eduardo Angeloz, fue derrotado por el justicialista Carlos Menem.
Sin embargo el proceso tuvo una corta vida, ya que Roig falleció a las dos semanas de asumir y Rapanelli no pudo impedir una segunda hiperinflación.
La puesta en marcha del Plan Bonex causó un profundo impacto en la población y significó una gran pérdida para los tenedores de plazos fijos.