Pintura neerlandesa del Museo del Prado

Todo ello redundó en que la colección de pintura neerlandesa del Museo del Prado no sea especialmente extensa, faltando además en ella nombres fundamentales como Johannes Vermeer y Frans Hals.

El Prado únicamente conserva una pintura suya, Judit en el banquete de Holofernes, adquirida por Carlos III en 1761 y para la que Rembrandt tomó de modelo a su primera esposa, Saskia van Uylenburgh.

La pintura holandesa tiene en el Prado una presencia bastante reducida, cien obras, casi todas del siglo XVII,[1]​[2]​ si bien incluye, como se ha indicado, un destacado cuadro de Rembrandt: Judit en el banquete de Holofernes, antes identificado como La reina Artemisa.

Wouverman y van Swanevelt son los únicos de los que hay una representación numerosa, diez obras cada uno.

[3]​ Los años de adquisición anteriores a 1819 hacen referencia al ingreso en la Colección Real.